CONTRA EL ESTATUTO DE ANDALUCIA Y LA BANDERA QUE PROPONE



A LOS DIPUTADOS DEL PARTIDO POPULAR DE ANDALUCIA



Jesús Fortea Pérez -en lo que sigue el firmante-, profesor titular de Análisis Matemático de la Universidad Complutense,.................................................................

EXPONE

Que por medio del presente escrito SOLICITA que vote en contra de la Reforma del Estatuto de Andalucía en el referendum convocado para el día 18-II-07 y que asimismo recomiende que lo hagan de igual modo los militantes de su partido. La petición formulada busca fundamento en los siguientes HECHOS y ALEGACIONES

HECHOS

I. Relativos al trámite de la Reforma del Estatuto de Cataluña en el Senado

Primero: Que con fecha 5-V-07 y antes de que la Reforma del Estatuto de Cataluña fuera aprobada por el Senado, la Dirección de Esquerra Republicana de Catalunya (en adelante ERC) decidió, tras consultar a sus militantes y en una reunión extraordinaria “dar marcha atrás en su postura ante el referéndum del Estatut y no pedir el voto nulo sino el “no” como opción “clara y única”, tal y como solicitaron las bases del partido. La dirección reconoc(io), no obstante, la diversidad de formas críticas legítimas” (Elmundo.es, 5-V-06).

Segundo: Que con fecha 10-V-06, el Senado aprobó, con la abstención de los cuatro senadores de ERC, la Reforma del Estatuto de Cataluña (Elpais.com, 10-V-06). El voto de estos senadores fue, pues, precedido en el tiempo por la consulta a los militantes de ERC referida supra.

II. Relativos al trámite de la Reforma del Estatuto de Andalucia en el Senado

Primero: Que alcanzado un acuerdo entre el Presidente del Partido Popular de Andalucía (en adelante PP de Andalucía), Excmo. Sr. D. Javier Arenas Bocanegra y el Partido Socialista Obrero Español (en adelante PSOE), la Reforma del Estatuto de Andalucía fue aprobada, con el voto favorable de los diputados del Partido Popular (PP), por la Comisión Constitucional del Congreso y luego por su Pleno, pasando al Senado para su aprobación eventual. En el Preámbulo -también en el articulado- figuran pronunciamientos tanto sobre una supuesta “realidad nacional” de Andalucía como sobre su historia. Estos pronunciamientos suscitaron, desde el primer momento, las críticas severas de una ciudadanía que decía sentirse reducida a la impotencia frente a los acuerdos de sus representantes electos (véase, en particular, el Documento PDF III).

Segundo: Que con fecha 16-XI-06, el firmante, al amparo de la Ley 4/2001, presentó un escrito de petición al Presidente del Senado (véase Documento PDF I) solicitando:

“I. Que V.E. recabe del Director de la Academia de la Historia un informe para que, a su luz, los
senadores puedan determinar la consistencia que asiste, o no, a los desarrollos de índole histórica incluidos en el Preámbulo de la Reforma del Estatuto de Andalucía. Este informe debería pronunciarse expresamente sobre la significación histórica precisa que posee la Constitución Federal Andaluza redactada en 1883, la Asamblea de Ronda de 1918, el Manifiesto andalucista de Córdoba de 1919 y las Juntas Liberalistas de 1933 lideradas por Blas Infante. También sobre los hechos históricos eventualmente ignorados en los desarrollos antes referidos.

II. Que, con independencia de ese informe, traslade a los senadores la petición que el firmante les hace para que procuren que, en el tramite que corresponde en el Senado a la Reforma del Estatuto de Andalucía, se suprima el calificativo de "tradicional" aplicado a la bandera de Andalucía.”

Tercero: Que con fecha 19-XII-06, visto que este informe a la Real Academía de la Historia, no se había pedido, el firmante presentó al Presidente del Senado un nuevo escrito, también acogido a la Ley 4/2001, en el que le solicitaba:

I. Que traslade a los portavoces parlamentarios la petición que el firmante hace para que no formulen recomendación imperativa de voto a los senadores de sus grupos y que, caso de que hagan alguna recomendación, dejen sentado con claridad inequívoca que esta recomendación no
puede ser interpretada como una negación de la libertad de voto que asiste los senadores.

II. Que la votación sea pública por llamamiento (arts 82 y 86 del reglamento del Congreso).

III. Que traslade a los senadores la petición que el firmante hace para que se vote en contra de la
Reforma del Estatuto de Andalucía en el pleno del próximo día 20-diciembre-2006.”

Cuarto: Que con fecha 20-XII-06 el pleno del Senado (en adelante PLENO SENADO) aprobó, con los votos favorables de todos los senadores del PP, la Reforma del Estatuto de Andalucía (Libertad Digital, 20-XII-06).

Quinto: Que la senadora del Grupo Parlamentario del PP, Excma. Sra. Dña. Soledad Becerril Bustamante manifestó en el pleno del Senado en el que tuvo lugaresa aprobación y refiriéndose a la Reforma del Estatuto de Andalucía (Diario de Sesiones del Senado, año 2006, VIII legislatura, Num. 107), que: “Creo que Andalucía se merecía un preámbulo un poco mejor en la forma. En su redacción podía haberse seguido la senda de tantos escritores de origen andaluz que tanto han aportado a las letras españolas y universales, pero el preámbulo más bien parece la introducción de un críptico y obtuso plan general de ordenación urbana. Podíamos haber hecho una cosa un poco mejor, también sobre el fondo, porque podía tener un mayor rigor histórico. Podíamos haber hablado de la contribución de Andalucía a la formación de Hispania, a la Hispania romana, precedente del Estado Hispánico, precedente, a su vez, del Estado español. Podíamos haber aludido a la Vocación Americana de Andalucía --dicho con mayúsculas-, que tanto aporta a Europa y que tanta apertura trae hacia el Nuevo Mundo. Podíamos haber hablado de Cádiz, de su aportación al constitucionalismo español y europeo. Porque, como han dicho tantos maestros, por ejemplo, don Ramón Carande y don Antonio Domínguez Ortiz, la historia de Andalucía es inseparable de la historia de España. Sin embargo, aludir en el preámbulo, como gran hecho histórico, al manifiesto de Córdoba del año 1919 --manifiesto desconocido por la inmensa mayoría de los andaluces--, que decía que Andalucía era una realidad nacional y obviar todo lo anterior, la verdad, se queda un poco cojo, un poco desequilibrado”.

Sexto: Que, por su parte, el Portavoz del Grupo Parlamentario del PP en el Senado, Excmo Sr. D. Pío García-Escudero Márquez manifestó en ese mismo pleno y refiriéndose también a la Reforma del Estatuto de Andalucía (Diario de Sesiones del Senado, año 2006, VIII legislatura, Num. 107): “Que lo mejor es enemigo de lo bueno es una reflexión que me parece especialmente aplicable a la política, sobre todo cuando lo que se pretende no es imponer las propias opiniones, sino buscar un punto de encuentro con las de los demás. Por eso mi grupo considera que este es el mejor estatuto posible en las actuales circunstancias, circunstancias que, como es lógico, vienen marcadas en cada momento por las prioridades políticas del Gobierno y, todos lo sabemos, este Gobierno, desde el inicio de la legislatura, quiso incluir en su agenda política las reformas estatutarias. ¿Son tales reformas las que más preocupan o las que más interesan a los ciudadanos? Nosotros estimamos que no, que son otros los asuntos prioritarios para los ciudadanos.....”

Séptimo: Que, con fecha 18-II-2007, se celebrará el referéndum para aprobar, o no, la Reforma del Estatuto de Andalucía (se remite, a efectos probatorios, a los medios de comunicación en su conjunto).

ALEGACIONES FUNDAMENTANDO LA PERTINENCIA FORMAL QUE ASISTE A LA PETICION.

Primera: Que, como ha quedado reseñado en los HECHOS, la Dirección de ERC consultó a sus militantes acerca de cuál debía de ser la recomendación de voto en el referédum que aprobó la Reforma del Estatuto de Cataluña. No así la Dirección del PP de Andalucía y en relación con la Reforma del Estatuto de Andalucía. Se está, por tanto, ante una presunta falta de democracia interna que demuestra la pertinencia de la solicitud que se formula en este escrito.

Segunda: Que la convicción mostrada, en relación con la aprobación en el PLENO DEL SENADO de la Reforma del Estatuto de Andalucía, por los senadores Excmos. Srs. Dña. Soledad Becerril Bustamante y D. Pío García-Escudero Márquez fue o muy escasa o matizada. En efecto:

1. Muy escasa. Es el caso del Excmo. Sr. D. Pío García-Escudero Márquez que manifestó que: “Por eso mi grupo considera que este es el mejor estatuto posible en las actuales circunstancias, circunstancias que, como es lógico, vienen marcadas en cada momento por las prioridades políticas del Gobierno y, todos lo sabemos, este Gobierno, desde el inicio de la legislatura, quiso incluir en su agenda política las reformas estatutarias. ¿Son tales reformas las que más preocupan o las que más interesan a los ciudadanos? Nosotros estimamos que no, que son otros los asuntos prioritarios para los ciudadanos”. Siendo esta la situación, votar a favor de la Reforma del Estatuto de Andalucía en el referendum convocado, conlleva aceptar un fatalismo que es inadmisible en una sociedad democrática.

2. Matizada. Es el caso de la Excma. Sra. Dña. Soledad Becerril Bustamante, que, tras lamentar las deficiencias del Preámbulo del REFORMA, manifestó en concreto que. “Sin embargo, aludir en el preámbulo, como gran hecho histórico, al manifiesto de Córdoba del año 1919 -manifiesto desconocido por la inmensa mayoría de los andaluces-, que decía que Andalucía era una realidad nacional y obviar todo lo anterior, la verdad, se queda un poco cojo, un poco desequilibrado”.

ALEGACIONES FUNDAMENTANDO LA PERTINENCIA QUE, ATENIENDOSE A SU CONTENIDO, ASISTE A LA PETICION.

I. Relativas a la improcedencia de que la Reforma del Estatuto de Andalucía siga definiendo en su articulado a la actual bandera de Andalucía como la bandera de Andalucía y que, a mayor abundamiento, la tenga por la bandera tradicional de Andalucía.

Primera: Que tal se afirma en el escrito que, con fecha 19-XII-06, el firmante dirigió al Presidente del Senado (Documento PDFII), si el Senado no suprimía el calificativo de “tradicional” referido a la bandera de Andalucía y tal la Reforma del Estatuto de Andalucía hace, se estaría “declara(ndo) implícitamente que el pasado musulmán de Andalucía, es la parte más prestigiosa de toda la Historia de Andalucía. Es así que el Senado no ha suprimido ese calificativo, luego procede dar por integramente reproducido cuanto se alegó al respecto en dicho escrito.

Segunda: Que no sólo procede reproducir lo entonces alegado, sino añadir ahora que dar a Andalucía una bandera cuyos únicos colores -el verde y el blanco- son por completo acordes con los de las enseñas musulmanas que fueron derrotadas en 1212 en las Navas de Tolosa, supone eliminar ni más ni menos que la referrencia a los ocho siglos de historia que van desde esa fecha simbólica hasta nuestros días y frente a los cinco siglos precedentes. Y es que, a diferencia de lo que hace el “Ataandalusí” Blas Infante y que la Junta de Andalucía asume, no puede aducirse que estos colores sean los idóneos para representar en esa bandera a la paz y a la esperanza, ya que ellos, heráldica e históricamente, poseen significaciones muy precisas. Por otra parte, la iconografía del escudo que en porta se refiere en exclusiva a Hércules, sus columnas y los leones, sucediendo, además, que las cartelas conceden el mismo trato a ESPAÑA que a la HUMANIDAD, al tiempo que acogen la leyenda BETICA-ANDALUS.(el subrayado y la negrita son de este escrito) Nada, pues, se aprecia en dicho escudo que dé cuenta de la pertenencia histórica de Andalucía, primero a la Corona de Castilla y luego a la de España. Quiere decirse, por tanto, que esta bandera verdiblanca conlleva una presunta manipulación sectaria de la Historia de Andalucía, por más que sorprendentemente los andaluces hayan optado hasta ahora por tolerarla.

Tercera: Que sin pretensión alguna de exhaustividad, pero sí con el claro propósito de resaltar hasta qué punto esta mera yuxtaposición verdiblanca en bandera de la Bética con Al Andalus a modo de síntesis de Andalucía, conlleva no representar heráldicamente herencias irrenunciables, se reseñan las que siguen:

1. La herencia cultural de poetas tan señeros para la poesía española y andaluza como, por ejemplo, Juan de Mena, Fernando de Herrera o Luis de Góngora. Pues:

a. ¿Acaso es posible imaginar a Juan de Mena tras esa bandera verdiblanca, él, el que escribió “Escultas las Navas están de Tolosa,/triumpho de grande misterio divino,/con la morisma que de Africa vino/pidiendo por armas la muerte sañosa”

b. ¿Puede verse a Fernando de Herrera en semejante aprieto, él, el que escribió “y en España amenaza orrible muerte/quien onra de la luna las banderas”.

c. ¿Qué delito ha cometido, en suma, Luis de Góngora racionero de Cordoba en Trassierra para que su pagano mundo de bellas ninfas lleno y en amenidad de atardeceres demorado, ceda ante una evocación no ajena a los harenes alfombrados propios del Oriente? Y lo que es aún más sorprendente: ¿Qué han hecho los latinistas y “poetas andaluces de ahora” por evitar semejante desatino?

2. La herencia cultural de una figura tan capital para la Filosofía europea como es Francisco Suárez, filósofo sin el que -no se olvide-, ni Descartes, ni Wolff, ni Kant pueden ser rectamente entendidos. Y si se adujera que esa bandera verdiblanca sí que conviene a Averroes, hasta eso debería de ser muy matizado. Pues se ha de señalar que el recuerdo y la doctrina de Averroes -el probable muladí “hijo de Ruiz”, carente de entronque con familia notable árabe alguna, siempre cuidadoso en distinguir a los andalusíes de los árabes y de los bereberes, en pleito contínuo con los teólogos musulmanes y hasta acusado por ellos de ateismo-, no fue precisamente estudiado y recordado -era allí por completo desconocido- en el Oriente de los Nasir Tusi o Hadi Sabzavaride. Y es que Averroes, filósofo nacido en Occidente, sólo le interesó a Occidente, tal lo atestigua la obra tanto de Siger de Bravante, Dante, Pomponazzi y tantos otros averroistas convictos, como la de los filósofos que en contra de Averroes se forjaron -es el caso por ejemplo y en buena medida-, de Tomas de Aquino. A mayor abundamiento, todos ellos, fuesen o no averroistas, se oponían a Algacel. Algacel, el combatido por Averroes y curiosamente, en cambio, admirado por Ibn Tumart, mahdi de los almohades derrotados en las Navas de Tolosa por las tropas comandadas por Rodrigo Jiménez de Rada arzobispo de Toledo y antiguo estudiante de la Sorbona. Siendo así, ¿cómo es posible entonces y sin ofender a la inteligencia pretender representar la herencia de dos filósofos de los tres más insignes que tiene España -Séneca, Averroes y Suárez-, con esa bandera verdiblanca?, ¿a qué nivel se encontraba y sigue encontrándose la formación filosófica de los políticos que hicieron y hacen posible semejante ignorar de la historia?

Cuarta:
Que el que la clase política andaluza se siga proponiendo excluir a los últimos ocho siglos de la Historia de Andalucía en favor de los cinco precedentes, trae también a la memoria el recuerdo de Almutamid, rey moro de Sevilla. Y es que cuenta la Crónica Seminense o Silense que, cuando los legados de Fernando I rey de León y Castilla reclamaron a Benahabet Sarracenorum Yspalis rex -es decir, al dicho Al-Mutamid-, los restos de san lsidoro a cambio de los inencontrables restos de santa Justa a por los que ellos habían ido, éste retóricamente les preguntó: “Et sy Ysidorum vobis tribuo, cum quo hic remanebo?” Sucedió incluso luego -algunos historiadores aprecian en ello hipócrita retórica en Benahabet- que “ex imo pectore magna emittens suspiria, dixit: En ab hinc, Ysidore, vir Venerande, recedis; ipse tamen nosti tua qualiter et mea res est”. Más entonces la anunciada similitud de la actual clase política andaluza con Benahabet Sarracenorum Yspalis rex resulta evidente. Pues Benahabet, que desde luego no pensaba renunciar a las enseñas musulmanas, no por ello decía que estaba dispuesto a quedarse sin los restos de san Isidoro. Y es que aunque los miembros de esta clase política andaluza se cuadren ante la bandera verdiblanca, si se les preguntara por el pasado visigodo de Andalucía, también más de uno respondería -quizás por proteger al turismo andaluz-, que "mea res est".

III. Relativas a la improcedencia de la Reforma del Estatuto de Andalucía.

Unica: Que se está ante una reforma urgida -Pío García-Escudero Márquez dixit-, por los políticos que no por los ciudadanos. De ahí que baste con afirmar que por mucho que los dichos políticos hayan repetido -sin duda que con deliberado ánimo conductista-, que “profundizar” en la autonomía es algo bueno en sí y porque sí, no por ello han logrado convencer a nadie salvo a ellos mismos y aún eso resulta más que dudoso.

Por lo que,

SOLICITA

Que vote en contra de la Reforma del Estatuto de Andalucía en el referendum convocado para el día 18-II-07 y que asimismo recomiende que lo hagan de igual modo los militantes de su partido.

Madrid, 25-enero-2007 Firmado: Jesús Fortea Pérez




A MODO DE EPILOGO EPIGRAMATICO



Tiene Sevilla una calle que se llama Chaves Rey. Grandes señales, pues, había en su callejero el día en que Chaves vino al mundo de la autonomía. Pero no es ser rey lo que los rótulos le auguran. Todo lo más duque, que no pudiendo ir Montilla Montíllez más allá de conde, ha de ser Chaves como mucho un Medina Sidonia separatista que no un Chaves Chávesz rey de Andalucía en separación de España. Cosas del Laico Imperio Hispano que ahora se pretende, con un émulo vano de Alfonso Raimúndez por emperador reinando, en cortejo de condes o duques, no de Baviera sino de opereta autónoma. Mas si Chaves llega a duque y a Arenas se lo deberá y mucho, no quedará otro remedio que dejar a Sevilla por tres días otra vez vacía, ahora que San Fernando ya no la ampara y en espera de un repartimiento nuevo. Desterrada, así, toda su clase política -tan devota de Blas Infante y Clavero-, será entonces cuando a lo mejor se oiga: ¿Por qué tras que nos dejarais, Carande, de Mata Carriazo, Domínguez Ortiz, Ferrari, Giménez Fernández y Guilarte, hemos llegado a ser lo que somos?

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